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lunes, 13 de mayo de 2013

La Libélula: ¨La reina voladora¨


Insectos alucinantes: "Pequeños pero grandes¨.





Los anisópteros son los que se conocen con el nombre común de libélulas, aunque este término, suele usarse también en un sentido más amplio para designar a todos los odonatos. 



Los odonatos son un orden de insectos con más de 6.000 especies actuales, que incluye formas tan conocidas como las libélulas y los caballitos del diablo. 




Los odonatos son paleópteros que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, con una cabeza más ancha que el resto del cuerpo, un abdomen, largo y delgado, y cuatro alas membranosas transparentes.




Viven asociados a ambientes acuáticos (en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas), donde se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como moscas, abejas, mariposas y polillas; controlando así las poblaciones de insectos




Su cuerpo frágil y sus alas largas y delgadas hacen de la libélula uno de los insectos más veloces; pueden batir sus alas anteriores y posteriores de forma simultánea o alternada en diferentes fases del vuelo, lo que resulta, respectivamente, en una mayor potencia con mayor coste energético, al despegar, y en una potencia y coste menor, durante el vuelo






Hacia adelante o hacia atrás en línea recta, subir o bajar en vertical, girar en el aire sobre su cuerpo, detenerse en mitad de la nada y flotar, alcanza una velocidad que equivaldría a la de un coche veloz (200 km/h aprox.).




Es uno de los insectos más antiguo, rápido y sorprendente del reino animal. La libélula es un prodigio tecnológico de la naturaleza que puede verse volar, con la llegada del clima cálido.




El macho de la libélula impone sus derechos sobre un territorio cercano al agua y lo defiende ferozmente de todos sus rivales. Cuando llega la hembra, el macho modifica su estilo de vuelo






Así, realiza una exhibición para cortejar a su compañera, antes de sujetarle la cabeza con pinzas especiales ubicadas en el extremo de su abdomen. Luego, la hembra arquea su abdomen hacia adelante para reunir sus órganos sexuales y se produce la fertilización.




Las libélulas hembras ponen los huevos en o cerca del agua, a menudo en las plantas flotantes o emergentes, y entre las pequeñas grietas del barro o musgo. Los huevos eclosionan en ninfas.





Mientras que están en la etapa de ninfa se alimentan de larvas de mosquitos. La mayor parte de la vida de una libélula se gasta en forma de ninfa, por debajo de la superficie del agua, usando mandíbulas extensibles para capturar otros invertebrados o incluso vertebrados como renacuajos y peces.



El ciclo de vida de las libélulas, desde la fase de huevo hasta la muerte en edad adulta, abarca entre seis meses hasta seis o siete años.


La etapa larval de libélulas de gran tamaño puede durar hasta cinco años. En las especies más pequeñas, esta etapa puede durar entre dos meses y tres años. 



Una vez que acaban su desarrollo, salen del agua trepando por los juncos, a los que se agarran a la espera de que se les abra la piel en la espalda y se conviertan ,por fin, en una libélula adulta.


En el pasado remoto existieron especies mucho mayores. La mayor, encontrada como fósil, es una Protodonata llamada Meganeura monyi que data del Carbonífero con una envergadura de alas de entre 70-75 cm. La mayor especie de odonatas moderna, la Anax strenuus, endémica de Hawaii, y la gigante de América Central, Megaloprepus coerulatus, tienen 19 cm de extensión de alas.




La especie moderna más pequeña registrada es la Nannophya pygmaea, de Asia, con una envergadura de alas de tan sólo 20 mm.


Poseen una vista excelente, gracias a la peculiar estructura de sus ojos que le permiten tener un campo visual aproximado de 360º. 


Estos ojos multifacetados se juntan en la parte posterior de la cabeza y le permiten ver a su presa desde una distancia de hasta 12m. 


Se ha descubierto recientemente que las libélulas emplean la ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio.



Se pueden mover de tal forma que se proyectan a sí mismos como un objeto estático mientras atacan con rapidez a sus víctimas. Estos descubrimientos ilustran por primera vez cómo utilizan técnicas complejas de camuflaje durante el ataque aéreo.


La libélula común, Anax junius, es una de las mayores y más rápidas, pudiendo alcanzar una velocidad de 85 km por hora.





















 

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